¿Chorrea o no chorrea? revisando los datos
¿QUÉ ESTA PASANDO CON LA POBREZA Y LA DISTRIBUCIÓN?
(Una discusión a partir del trabajo de Yamada y Casas)
1. Los datos
Los datos obtenidos a partir de las ENAHO para el periodo 2001-2004 indican que: 1) el porcentaje de pobres no disminuyen (de 54,8% a 55,4%, diferencia estadísticamente no significativa); 2) el porcentaje de pobres extremos sí disminuye (de 24,4% a 20,2%); 3) otros indicadores de pobreza, señalados como superiores por la literatura, como la brecha (FGT1) y la severidad (FGT2) caen más rápidamente (en 30% y 38% respectivamente); 4) esto se debería a que los deciles más pobres efectivamente sí han visto aumentar sus ingresos y consumo (el decil más pobre aumenta su consumo en 28,5%); 5) el efecto de mejora de ingresos de los pobres y reducción de la pobreza es positivo en el ámbito rural (consumo promedio aumenta 15,4%) pero negativo en las zonas urbanas (-6%).
Si consideramos que el crecimiento del PBI per cápita entre 2001 y 2004 ha sido de 8,7%, estos datos pueden mostrar historias totalmente diferentes, según que indicador se tome:
- Según el porcentaje de pobres, hay 3 años de crecimiento sin ningún efecto.
- Según el porcentaje de pobres extremos, se han reducido en 17,3%, lo que indicaría una elasticidad pobreza-crecimiento de 2, bastante buena, algo superior al promedio mundial .
- Según el FGT2, que es un indicador superior según la literatura, una reducción de 38% indica una elasticidad pobreza-crecimiento de más de 4, muy alta a nivel internacional.
2. Una rareza: consumo per cápita
Estos datos tienen dos rarezas. La primera es que entre el 2001 y 2004, mientras el consumo privado per cápita de las cuentas nacionales (BCR-INEI) aumenta 5,7% real, el de las ENAHO cae en 2,5% . ¡Una diferencia de 8 puntos porcentuales!. Algo parecido pasa con el ingreso disponible per capita, que según las cuentas nacionales aumenta 8,7% y según la ENAHO apenas lo hace en 0,1%. Extrañamente, esta diferencia no es inédita: una comparación similar para el periodo 1997-2001 indica que mientras el consumo privado per capita de las cuentas nacionales cayó 3,3%, el de la ENAHO lo hizo en 14,6% (aunque en este periodo diferencias metodológicas complican la comparación entre ENAHOs).
¿Cómo explicar este comportamiento? Algunas hipótesis serían:
- El 1% de mayores ingresos que no contesta la ENAHO ha visto aumentar sus ingresos y su consumo. Esta hipótesis permitiría explicar tanto las diferencias en el ingreso como en el consumo.
- La ENAHO no incluye el consumo de bienes durables ni, en forma adecuada, la compra de inmuebles. Si en los últimos años ha habido un mayor gasto en estos rubros, esto explicaría la diferencia. A favor de esta hipótesis: i) el aumento en los créditos de MiVivienda de 1,000 millones de soles en junio 2001 a 4 mil millones de soles en junio 2004; ii) aumento en las ventas de cemento en 13,5%. Esto podría explicar que el ingreso aumentó más que el consumo: la diferencia se estaría dedicando a pagar estos créditos. Un elemento en contra de esta hipótesis es que la diferencia entre las cuentas nacionales y la ENAHO fue incluso mayor entre 1997 y 2001, cuando no estuvo presente este auge de Mi Vivienda ni de las ventas de cemento (pero cuando hubo diferencias entre las encuestas).
3. Una desconfianza: los más pobres
Un problema posible al comparar las ENAHO en el tiempo es que la muestra se basa en el mismo universo, es decir, en la misma base de urbanizaciones y pueblos (en este caso, el pre-censo de 1999). Pero lo que sucede a lo largo del tiempo es que se van formando más pueblos jóvenes y asentamientos humanos, y nuevos barrios, Típicamente, esos nuevos barrios están conformados por hogares más jóvenes que son, por lo general, más pobres (basta ver las casitas de estera y sin servicios básicos para constatarlo). En la medida que las ENAHO no capturan ese sector, su comparación temporal es sesgada.
De hecho, esto es lo que parece haber pasado durante los 90s. Para el año 2000, el dato de pobreza extrema era de las ENAHOs era de 15% (urbano: 4,4%); tras un ligero aumento en la crisis 1998-99 (nacional +1 p.p., urbano – 0,5 p.p) se volvió a reducir entre 1999 y 2000. En total, entre 1997 y 2000 la pobreza extrema se había reducido de 18,2% a 15%. Entonces se modificó la muestra gracias al pre-censo, y la pobreza extrema aumentó de 15% a 24% !
Un cálculo OBC (ojo de buen cubero) de este efecto es como sigue. Supongamos que los hogares duran en promedio 50 años (desde que las personas tienen 25 hasta los 75 años). Si la población fuese siempre la misma, eso quisiera decir que cada año se renuevan 2% de los hogares. Pero a ello hay que sumar el efecto del crecimiento demográfico, que es del 1,5% anual, y que llevará a al menos ese mismo aumento en el número de hogares (este es una estimación subvaluada, puesto que el número de miembros en cada hogar tiende a reducirse). Es decir, hay alrededor de 3 a 4% de hogares nuevos cada año, un 10% en 3 años. Si estos nuevos hogares tienen una tasa de pobreza extrema 20% mayor al promedio, el efecto sería una subestimación de la pobreza extrema del orden del 2%.
4. Rarezas en la evolución de la pobreza entre distintos grupos
La segunda rareza de los datos de las ENAHO presentados por Yamada y Casas es su variación entre algunas regiones y grupos:
1) Las zonas con mejor evolución en términos de indicadores de pobreza (todos ellos) son la sierra y la selva. Esto no concuerda con la hipótesis que se había venido manejando, en el sentido que el crecimiento agroexportador estaba mejorando la situación de empleo (hipótesis sostenida por el aumento del empleo en varias ciudades costeñas cercanas a zonas de producción agroexportadora, como Ica y Trujillo), ya que casi toda la agroexportación es costeña. ¿Porqué la pobreza se reduce más en sierra y selva?
2) Los hogares que trabajan para el estado (sector “administración estatal”) han reducido su consumo per capita en 15%, lo que tampoco concuerda con los aumentos remunerativos a maestros, profesionales de salud y otros.
3) Los ingresos que han aumentado para los hogares no son los laborales (incluyendo dependientes e independientes), que han caído en 1,3% según la ENAHO (concordando con los datos de que los ingresos laborales por hora se han mantenido constantes en 3,8 soles por hora). El pago por autoconsumo ha caído en otro 1% del ingreso total, y éste rubro es particularmente relevante para los más pobres. Más bien los ingresos que han aumentado son los provenientes de las transferencias del gobierno por programas alimentarios, que se ha duplicado aumentando del 3% al 6% del ingreso total de los hogares . El porcentaje de hogares recibiendo ayuda alimentaria aumentó de 38% a 44%.
Pero ese aumento del consumo de los hogares por transferencias alimentarias no es consistente con el comportamiento del gasto del gobierno en este rubro: el presupuesto del vaso de leche ha aumentado en 8% nominal en 3 años, es decir, prácticamente nada en términos reales. Tampoco han aumentado el presupuesto en otros programas alimentarios: el total, según Tesliuc (2005) ha pasado de 0,48% del PBI a 0,40% del PBI entre 2001 y 2004.
Explicaciones posibles: a) la gente se equivoca más al responder, en particular al valorizar los alimentos, b) los municipios están destinando más recursos a programas alimentarios, de sus propios recursos de Foncomun y Canon.
Este tercer efecto, el de los programas alimentarios, sería el que estaría generando la reducción de la pobreza entre los más pobres. Aun cuando el acceso a programas alimentarios haya aumentado más entre los no pobres, el efecto para los pobres y sobretodo para los pobres extremos es mayor: En el decil 1, el ingreso per capita paso entre 2001 y 2004 de 40.3 a 53.3 soles ; si ellos recibieron el aumento promedio de ayuda alimentaria que pasó de 10 a 21.4, se observa que la ayuda alimentaria sería responsable por el 88% de su aumento de ingresos, alcanzando el 40% de éstos ¡!!. Esto sería consistente con el hecho de que la pobreza se esté reduciendo más en los deciles más pobres, en las zonas rurales y en la sierra y selva, que son precisamente las zonas más pobres.