Para caminar hacen falta las dos piernas - respuesta a Pablo Bustamante
PARA CAMINAR, HACEN FALTA DOS PIERNAS* Ayer en este diario ("La Primera", domingo 30 de octubre), Pablo Bustamante escribía defendiendo el TLC bajo un argumento que considera que lo único importante para el desarrollo nacional son las exportaciones. Está equivocado: la producción para el mercado interno también es fundamental. Las exportaciones son solo 20% del PBI nacional y es evidente que si dejamos de lado a cuatro quintas partes de la producción nacional no lograremos un crecimiento rápido. Por otro lado, la experiencia internacional muestra que los países que tienen una industria competitiva produjeron primero para el mercado interno. Los Daewoo y Hyundai coreanos se vendieron primero dentro su país en un mercado protegido. Nada de esto niega las ventajas de las exportaciones, sobretodo si se trata de productos que generan mucho empleo como los agrícolas. Pero aquilatemos adecuadamente su importancia. La producción para el mercado interno, sean alimentos, ropa o muebles, también es muy importante. Casi todos los pequeños empresarios y agricultores producen para los peruanos y no para el exterior, y de eso vive la enorme mayoría de compatriotas. Es vendiendo en el Perú donde estos sectores pueden tener el aprendizaje productivo necesario para competir internacionalmente. Es verdad que nuestro mercado interno es pequeño, pero por eso mismo hay que cuidarlo y hacerlo crecer. Hay al menos dos factores esenciales para ello. Uno es mejorar los sueldos y salarios de los trabajadores, que con eso comprarán los productos nacionales. El segundo es cuidar nuestro mercado frente al contrabando y a las importaciones subvaluadas del exterior que hacen competencia desleal. Esta es una de las críticas fundamentales a un TLC mal negociado, que permitiría que empresas estadounidenses se “coman” nuestro mercado gracias a que se les están otorgando ventajas especiales para su entrada al mercado nacional. Los defensores del “TLC Sí o Sí” creen que sólo importan las exportaciones, y que regalar nuestro mercado interno no tiene importancia. De esa manera, refuerzan un modelo como el actual, en el que no hay crecimiento de amplia base con masiva generación de empleos. Solo crecen unos sectores que no logran arrastrar a la base económica nacional. Lo que necesitamos es una política que promueva las exportaciones pero potencie su efecto multiplicador sobre la producción nacional, para lo cual esas exportaciones deben ser intensivas en empleo, de alto valor agregado nacional y que compren insumos nacionales, y que el mercado interno crezca lo más posible estimulado por esas exportaciones, para lo cual debe tener una razonable protección frente a las importaciones y reglas salariales que promuevan la equidad. Los que creen que solo las exportaciones salvarán al Perú apuestan por un “TLC Sí o Sí”. Para quienes pensamos que es necesario caminar con los dos pies, el de las exportaciones y el del mercado interno, sólo conviene un TLC bien negociado. No nos conviene sacrificar una pierna para fortalecer la otra. Aún estamos a tiempo. OTRAS RESPUESTAS A PABLO BUSTAMANTE 1. “Como nuestra economía es pobre y cerrada, nuestros agricultores, descapitalizados y sin crédito, se orientan a producir lo más fácil”. Nunca había oído un argumento como éste en la teoría económica (además de ser absolutamente falso que la economía peruana sea cerrada, ¿cerrada donde? Si se puede importar de todo y los aranceles no son en absoluto altos). Comenzando por el término fácil, ¿a que se refiere? Si es en el sentido de que no requiera mucho capital, obviamente los pobres producen de esa manera. Pero eso no tiene nada que ver con que sea cerrada o no la economía; agricultores pobres sin acceso al crédito seguirán con las limitaciones sea la economía cerrada o abierta (y en el caso peruana, la economía es abierta). 2. Según Bustamante, la ventaja de la integración comercial es que cambiaremos productos poco intensivos en mano de obra (cereales) por productos intensivos en mano de obra (productos más sofisticados). El viejo argumento ricardiano. El problema es que ambas cosas no necesariamente van de la mano, y que ello depende de las reglas de esa integración comercial. Si la agricultura para el mercado interno (digamos arroz y papas) pierde rentabilidad por un TLC mal negociado, esas tierras y esas personas no pasarán automáticamente a producir agroexportación. De hecho, si ese tránsito fuera automático, ya miles se habrían pasado pues sabemos que los paperos son campesinos pobres que no tienen las ganancias de la agroexportación. Pasar de cultivos de bajo rendimiento y productividad a cultivos de alto rendimiento y productividad es sin duda muy importante, pero es falso que abriendo nuestro mercado a las importaciones de productos subsidiados de los EEUU vaya a ayudar ese proceso. Aumentar la agroexportación es bueno, pero deprimir el mercado interno no. 3. Poco a poco, más agricultores se han ido enganchando a la agroexportación. Es verdad, y eso es muy bueno. Pero ojo: apenas 3% de las tierras cultivadas en Perú se dedican a la exportación, 97% se dedican al mercado interno. Ese 3% podrá ampliase, tal vez duplicarse o triplicarse, pero no más. 4. La agroexportación, graficada en pasar de limón al mango, depende del TLC (“si no logramos firmar el TLC, los productores de mango tendrán que regresar al limón”). En el Perú se exporta mango desde antes del ATDPEA y se exporta a muchos otros destinos distintos a los EEUU; es falso que sin TLC la exportación de mango se acabará. A pesar de ello, sin embargo, es cierto que es importante poder exportar más nuestros productos a los EEUU y a otros mercados, la cuestión es si debido a un TLC mal negociado debemos aceptar que a cambio de que eso continúe –pues esas preferencias ya las tenemos con el ATDPEA – tengamos que aceptar medicinas más caras, ingreso de importaciones agrícolas subsidiadas que se roban el mercado interno y deprimen a nuestros agricultores, etc. 5. “¿Cómo se puede perder – se pregunta Bustamante – si el TLC establecerá varios años de protección para buena parte de nuestra agricultura?” Precisamente el hecho de que se defienda algo de protección demuestra que el TLC hará daño; el plazo solo permite postergar el daño. Y lo cierto es que en una serie de productos críticos, el TLC hará daño desde que entre en vigencia, como en trigo – que afectará el precio de la papa también -, cebada, maíz, aceites y otros. 6. “¿Como se puede perder si el TLC nos forzará a desarrollar una agenda interna para desarrollar el sector?”. No creo que las políticas agrarias internas dependan del TLC sino de la democracia y los acuerdos nacionales. No creo que así fuera, pero si así fuera habría que cambiar las cosas, porque es absolutamente antidemocrático pensar que las políticas deben implementarse por presiones externas. 7. En síntesis, el TLC es perjudicial para la agricultura peruana porque los beneficios que trae para la agropexportación – que sería mantener el acceso al mercado EEUU del ATDPEA que ya tenemos, pero que no está asegurado porque hasta ahora los EEUU no lo han ofrecido en la mesa de negociaciones – son menores a los costos. Los beneficios de la agroexportación son importantes y hay que mantenerlos, profundizarlos y ampliarlos, sin duda. Pero hasta ahora, los costos son mucho mayores a los beneficios, porque empobrecerán a millones de agricultores y campesinos que producen para el mercado interno y que ocupan el 97% de las tierras cultivadas en el Perú. |